Recientemente el Instituto de Ciencia Política ‘Hernán Echavarría Olózaga’ en conjunto con el Fraser Institute y Atlas Network reveló que Colombia se ubica en el puesto 92 entre 162 países evaluados en el Índice de Libertad Económica -ILE-. Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda encabezan este listado, mientras que Libia, Sudán y Venezuela se encuentran al final de la clasificación.
Dicho Índice mide cinco categorías: tamaño del gobierno, sistema legal y seguridad de los derechos de propiedad, moneda estable, libertad de comercio internacional y regulación.
Lo preocupante es que el país ha descendido respecto a años anteriores, situación que nos debe hacer reflexionar, sobre todo frente al periodo próximo electoral, debido a que los discursos contra la institucionalidad y el modelo económico puntean las encuestas.
La realidad es que el nivel promedio de la libertad económica del país, de 1995 a 2018, se encuentra por debajo de la media del mundo y de América del Sur, un rezago terrible que se ha convertido en un lastre para el crecimiento.
A pesar de lo anterior, algunos apuntan, por ejemplo, a un mayor proteccionismo sin revelar a sus electores que las políticas en este sentido generan aumento de los precios para los consumidores y, por ende, mayor pobreza.
El Índice también señala que ocupamos el puesto 110 en regulación del trabajo, otro inmenso obstáculo para el crecimiento económico y la generación de empleo. No es un secreto que el mercado laboral colombiano es poco flexible, lo que genera mayor informalidad laboral, menor cobertura de seguridad social y remuneraciones precarias.
El reto que tenemos es que los beneficios asociados con la formalización sean cada vez más efectivos y que los modelos de contratación laboral cumplan las expectativas de la economía y del capital humano, que giran cada vez más hacia lo digital.
Un avance trascendental en este objetivo es la Ventanilla Única Empresarial -VUE-, estrategia del Gobierno Nacional y las Cámaras de Comercio dirigida a disminuir costos y trámites para la operación empresarial, la cual funciona ya en 38 Cámaras de Comercio del país.
La VUE permite crear una empresa de manera virtual en una hora si es persona natural, o en un día si es una persona jurídica S.A.S. En los temas laborales, facilita trámites virtuales como la afiliación de la empresa a una Administradora de Riesgos Laborales (ARL), el registro patronal en una Empresa Prestadora de Servicios de Salud (EPS); el reporte de novedades de inicio de relación laboral a ARL y EPS, entre otros.
Sin duda, son muchas más las acciones que se requieren en diversos ámbitos para facilitar la gestión de los empresarios del país, 99,5% micros, pequeños y medianos, como frenar la proliferación normativa que en lugar de impulsar frena su actividad.
Se requiere, sobre todo, mayor conciencia del importante rol que cumplen los empresarios como generadores de empleo, inversión e ingresos en el país. Para que, en este contexto, impulsemos el ejercicio libre de las actividades económicas legales, de la mano de una educación pertinente y de calidad, como el camino para la movilidad y la equidad social.
JULIÁN DOMÍNGUEZ RIVERA
Presidente de Confecámaras
*Tomado del diario Portafolio.