Como agencias de desarrollo empresarial, las Cámaras de Comercio brindaron durante 2021 más de 684 mil servicios a empresarios de todas las regiones, especialmente micros y pequeños, con el propósito de trabajar porque la misma calidad de los programas que se prestan en las regiones más desarrolladas se brinde en las demás, aportando al crecimiento que tuvo el país el 2021.
Un ejemplo es el programa Fábricas de Productividad, liderado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo y Colombia Productiva, en alianza con las Cámaras de Comercio y más de 58 entidades. Como lo afirma Colombia Productiva, el conocimiento que tienen las Cámaras de Comercio sobre las empresas de las regiones y su experiencia en la prestación de servicios de apoyo empresarial, hizo posible que Fábricas de Productividad llegara a los 32 departamentos.
¿El resultado? Se ha brindado a 4.078 empresas más de 225.000 horas de asistencia técnica para que reduzcan costos de operación, optimicen procesos, aumenten clientes y ventas, tengan menores tiempos de producción y entrega a sus clientes, logrando que en promedio el aumento en la productividad haya sido del 31%.
Un dato que no es de poca monta para un país que, como Colombia cuenta con una productividad empresarial de solo el 25% de las empresas de EE. UU., según la Ocde. Además de estos resultados, hay otros que es importante destacar. Primero, la importancia de la institucionalidad. Este programa fue un propósito del Plan Nacional de Desarrollo que se complementó con políticas como los Conpes de Emprendimiento y de Formalización, y el trabajo con las entidades que más saben del desarrollo en las regiones, como las Cámaras de Comercio.
Sin duda, la construcción de política pública tiene una condición fundamental que es tener al otro lado de la mesa a los principales usuarios y gestores de esa política en los departamentos. Esto es algo demostrado con Fábricas de Productividad.
La segunda característica es la necesidad de fortalecer las alianzas público - privadas, entendiendo el papel de despliegue y ‘fuerza rápida’ que tienen las entidades que trabajan en las regiones para aplicar la política pública.
Y, la tercera, entender el rol de cada sector para ganar mayor eficiencia, generando una integración vertical y horizontal para trabajar por el crecimiento. Ha sido clave en este proceso que desde el primer día de su gobierno el Presidente Iván Duque ha resaltado el papel de la empresa en el desarrollo, sin importar su tamaño, jugándosela por la libertad de empresa y el fortalecimiento productivo, lo que es una marca indeleble de su Gobierno.
Nuestro propósito es promover la versión 4.0 de Fábricas de Productividad con énfasis en las microempresas, convencidos como dice Michael Porter, que la región y las empresas son el centro de la competitividad de un país. Para lograrlo, es necesario rechazar propuestas políticas populistas que frenen la labor de las empresas, así como de las entidades que impulsan su crecimiento.
JULIÁN DOMÍNGUEZ RIVERA
Presidente de Confecámaras
*Tomado del diario Portafolio